una mañana cualquiera

Una mañana cualquiera
se escriben historias
en las gotas que
la garúa deja
en los rostros de los niños
indecisos,
juguetones

Son las historias que
marcan nuestro destino
Son las historias que
grandes oradores
transforman
en sueños
Sueños de masas

Sueños de masas para las masas
basados en simples historias
Historias de unos niños
que juegan en la lluvia,
porque todos reconocemos
que las buenas historias,
esas que los trovadores usan para cruzar fronteras,
empezaron en una mañana
cualquiera, cuando llovía.

A

Ahogada por las palabras que no te puedo decir
por miedo que te me ezcurras en una
mirada esquiva

Apremiada por la tensión que albergan
mis oreja encendidas
en tus medias sonrisas

Traigo el corazón hecho una vasija de cristal
vulnerable
Amoratada por el amor no correspondido
viendo cómo te escapas en el batir del viento
con ganas de aferrarme a tu sombra, cual Peter Pan

Acorralada en el silencio de tus noes
con el barullo de mis pensamientos
y la inmensidad del vacío del tiempo

Transformada en un monigote
que no sabe escribir entre líneas
hambrienta por las migajas de una ilusión agotada

Acabada.

Una historia

Una historia de silencios repletos de música

Henos aquí
al final del camino
con una sonrisa en los labios

Las copas flauta rebalsando de champaña
Las suelas desgastadas
Las manos entralazadas

En el último movimiento de un concierto de líneas paralelas
Sin puntos oblicuos
ni comas
ni transiciones

Una historia de letras caídas en olvido

Eres

Eres esa colilla que se consume al roce de mis labios.
Eres abundancia,
aún en tus silencios.
Eres ese gemido al final del orgasmo.
Eres una imagen tatuada.
Eres una verdad disfrazada.
Eres virtud y pecado.
Eres ese café, colofón de una buena comida.

Eres y contigo soy.

Insomne

Un grito ahogado me arranca de las sábanas empapadas de la cama.
Tengo la frente perlada y el recuerdo de un sueño que se me escapa entre los finos hilos de la memoria.
Es la tercera noche que los terciopelos pesados de mis pestañas no logran contener mi mirada angustiada.
Insomne, camino hacia la cocina en busca del elixir que aplique este vacío visceral.
Miro a través de la ventana. El manto negro de la noche empaña mis pensamientos. La nostalgia me embarga. La luna se mantiene distante. No ha salido a protegerme.
Las ansias de cambio iluminan la habitación y me guían hacia alguna distracción. Despierta, estoy más segura.