5 de enero de 2011

nota en blanco

Hace mucho que no cuento historias. Será que no hay nada que contar, nah! Debe ser que se me han agotado las palabras. No, pues no. Ninguna de las dos opciones. Lo que pasa, en realidad, es que he estado muy extraña, como extraída de mi cuerpo.

En este tiempo, muchas cosas han sucedido... por ejemplo, hay más leyes anti-tabaco en el mundo, igual que más gente y más pobreza, pero de eso no estamos hablando. También ha llegado el año nuevo. Este, como siempre, llega con mucha ilusión, muy buenas vibras. Pero es mucho más que eso. Es un borrón y cuenta nueva. Y eso gusta y sienta mucho mejor que cualquier regalillo que nos puedan hacer.

Y cómo no? A quién no le puede hacer ilusión pasar de página y dejar todo lo malo en el depósito del año pasado, en un cuartico encerrado, con muchos candados y una pegatina de una carita no tan feliz con la lengua afuera? A mí, me la hace, al menos. Mira que los Reyes Magos (para quienes tienen esa tradición) deben traer una enorme hoja en blanco y luego, tener la posibilidad de contar nuestra propia historia.

Un nuevo año es una nueva oportunidad, dependiendo de la resolución escogida, para portarse bien o mal. Que gusto, la verdad!

A ver, quién quiere borrar?
;)

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